Un Paseo por el Alma Minera


Las palabras que estoy escribiendo en el artefacto que uso son gracias a la Minería. Igual que el teléfono que, como todo el mundo actual, no me despego de el. La Ropa que hoy me abrigó porque esta mas fresco, en su proceso esta la Minería. Toda nuestra vida cotidiana moderna esta basada en procesos tecnológicos que incluye la Minería. Yendo a lo mas intimo emocional, mi Padre fue Minero, mis primos trabajan en Minería, mis amigos de la vida lo hacen actualmente. Está claro que la minería tiene es su historial procesos que no fueron amigos de ningún ser vivo. Ejemplos sobran. Pero de eso algo se aprendió, en realidad mucho se aprendió y se está aplicando. Porque el ser humano aunque no lo parezca, en este aspecto evoluciona. (en otros no, claramente).

El dia viernes fuimos con un grupo de Sommelier a conocer un proyecto de explotación minera de Fluorita en plena Sierras de Córdoba, sobre el llamado Batolito del Cerro Áspero, que se encuentra al suroeste de Cordoba, limitando con San Luis. Allí convive la minería con un concienzudo proyecto vitivinícola de temprana edad, que ha sido desarrollado sobre los escombros que va dejando el proceso de extracción mineral. Es un viñedo de unas 3,5 ha aproximadamente sobre un terreno formado por granito, cuarzo, feldespato, todas rocas originales del lugar, que si bien son “residuos” del proceso, no hay ninguna sustancia malvada externa que el maniqueísmo ecológico juzgue como tal. Y en los 10 años que se formó esa planicie artificial la cientos de vacas que andan por el lugar dejaron también sus residuos que tan bien disfrutan esas plantas actualmente. (Que, dicho sea de paso, no vi ninguna Fluor-escente andando entre las colas mineras)

Los ensayos de Malbec, cabernet, Tannat, Anchellotta, S. Blanc , Chardonnay entre otras, se desarrollan a una altura de 1300 m.s.n.m con un régimen de lluvia de 1200mm anuales que plantean un desafio enorme para la Familia Martínez y sus colaboradores a hora de producir uva. Llevan recién 4 años aprendiendo con y de este desafío. Que en vitivinicultura es nada.

Lidiar con el viento, la humedad constante que aumenta cuando el fruto acumula azucares que atrae todos los bichos deseosos por el dulzor, desde un microorganismo hasta un jabalí. Sumado a los días nublados y frescos que adormece la maduración, puede frustrar a cualquiera que no sienta pasión por lo que hace, Y esa pasión es la energía no contaminante, limpia, que la Familia Martínez con Gonzalo a la cabeza tiene para sostener el proyecto.

Los vinos en el caso de los tintos son de colores cuasi claros, y lindos. Con aromas a flores rojas, especias, frutos secos son los predominantes. Con una boca bien armada por su tersa acidez que no molesta y que esta bien acompañada con la madera que conscientemente trabaja el Rafa Brico con su mano enológica. Los Blancos me parecen maravillosos. De graduaciones bajas y con buena acidez, expresan flores y frutos blancos muy nítidos y placenteros.

Quizás esto que nos encontramos ahora el año próximo no lo encontremos, o sí pero de otra manera. El dialogo es constante entre este inhóspito viñedo y sus criadores que recién empiezan. Y el aprendizaje es largo porque la vitivinicultura es así. Docta infinita sin beatitud alguna.

Agradezco a Córdoba Turismo en especial a @norasingolani, La familia Martínez (Fluorita Cordoba S.A.) de @ almaminera, por mostrar que hay una Minería posible que convive con la vitivinicultura.


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