Entre picadas, conservas y un gran guiso de lentejas ..



Casa de Pepino se puso sus mejores galas y junto a Cinzano brindaron una cálida y excelente noche, que se corono con un super guiso de lentejas. El motivo las conservas.


Con Lele Cristobal como anfitrión, se presento el documental realizado en homenaje a los productores de conservas, un clásico oficio que hace a la cultura gastronómica del país. El cocinero de Café San Juan se destaca por aprovechar los sabores únicos de la conserva para armar los menúes de sus restaurantes. “De chico estaba acostumbrado a ayudar a mis abuelos a hacer conservas, limpiar un morrón, pasarles un plumerito a los hongos para secarlos. Hay una parte emocional en ese acto de conservar, la gente flashea al probar un producto en conserva, en el mejor de los casos le recuerda lo que hacía su propia abuela”, cuenta mientras levanta su vaso de vermú con soda y hielo. 


Acerca de las conservas



Es nuestro país, es costumbre encontrarse con amigos y, mientras se prepara el asado, se arma el “vermucito” con una rápida picada, donde la conserva es el aliado principal. El enlace entre conservas y vermut está ligado a los tiempos en que los inmigrantes le dieron una nueva forma a la cultura de nuestro país. Al importar costumbres de su Italia natal, como la del vermut mezclado con soda para hacerlo más liviano y refrescante, instauraron un ritual en la mesa que resistiría el paso del tiempo en las reuniones: los tragos que se renuevan, la charla sostenida, y la picada como compañera inseparable.



Actualmente, las conservas gozan de un lugar culinario destacado y mucho más glamoroso, en la forma de una delicatessen de alta calidad, que en sus orígenes. Inicialmente, la conserva nació con un objetivo claro: conservar la vida útil de un alimento en el tiempo y más allá de sus límites naturales. 



El auge actual de las conservas es un reflejo de ciertas tendencias gastronómicas imperantes que tienen que ver con una vuelta a la llamada “cocina de la abuela”, en la cual se intenta recuperar recetas y sabores tradicionales de la infancia, depurados de complejas y vanguardistas técnicas culinarias. 



Existen cientos de pequeñas empresas especializadas en conservas específicas, usualmente muy arraigadas a su región de origen: mermeladas en el sur patagónico, pescados en escabeche en Mar del Plata, frutas en almíbar en el Litoral y en la región cuyana, o carnes exóticas como la vizcacha, el jabalí, y el ciervo en toda la zona media del país. 


La versatilidad culinaria de la conserva es única, ya que genera muy buenas alianzas tanto con el vino como con el vermut, pero siempre bajo una mirada de calidad y gusto por lo auténtico como referente.




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