Himitsu Kichi: una experiencia gastronómica única de la mano de Esteban Leira


Himitsu Kichi, traducido como base secreta, es una innovadora propuesta ubicada en Palermo, pensada para que los comensales descubran la cultura japonesa y disfruten una nueva manera de degustar su gastronomía. Junto al reconocido itamae Esteban Leira, Himitsu Kichi propone la experiencia Omakase, la cual consiste en confiar en el chef y dejarse llevar por los distintos sabores y creatividad personalizada. El servicio, la arquitectura y el menú están pensados para hacer sentir especial a cada cliente que pase por el restaurante.

Con un menú itinerante, que cambia cada tres meses, Himitsu Kichi piensa su carta para que además de llevarse una experiencia de sabor única, los platos cumplan con una estética digna de ser fotografiada. Desde el sushi, hasta los platos de cocina basados en recetas tradicionales japonesas y postres tienen una impronta propia haciéndolo especial. 

También cuentan con opciones vegetarianas, veganas y celíacas con ingredientes ideados para experimentar sabores inigualables.


Todo está pensado para que haya un equilibrio en la comida, la ambientación y la atención, y que sea una experiencia para el comensal. Nuestro objetivo es que se sientan especiales, que sientan que hay un vínculo con los cocineros, romper el estereotipo de que los chefs son intocables” afirma Esteban Leira Itamae de Himitsu Kichi.

En Himitsu Kichi ningún detalle está librado al azar: la arquitectura del lugar está inspirada bajo la filosofía estética del Wabi Sabi, que se concentra en la belleza de la imperfección, de lo orgánico que viene de la naturaleza. Valorar lo natural, apreciar el paso del tiempo y comprender lo efímero de la belleza, vale lo asimétrico, lo irregular, lo imperfecto. Toda marca que el clima, el uso o el paso del tiempo haya dejado en una pieza es digna de ser mostrada (y hasta celebrada) porque habla de su historia y su vulnerabilidad. Eso lo hace realmente único.



Además, la identidad del restaurante está basada en El Elogio de la Sombra, un manifiesto sobre la estética japonesa de Junichiro Tanizaki de 1933, en el que se valora la sombra no con una connotación negativa, sino que es considerada como parte de la belleza, y se explora la relación entre la sombra, lo tenue y el contraluz como parte de ella.

El diseño pensado desde la imperfección,se hace presente en las paredes, que simulan la sensación de estar en una cueva por su color negro y una barra con capacidad para 25 personas que conecta a los comensales con el itamae. Además, el restaurante tiene una columna muy halagada, la cual está inspirada en “Kintsugi”, una técnica centenaria de Japón dentro del Wabi Sabi, que consiste en reparar las piezas de cerámica rotas con oro.
Desde la arquitectura hasta la carta, Himitsu Kichi no deja cabos sueltos a la hora de ofrecer un servicio único y excepcional, para que todas las personas encuentren una experiencia original y llena de sabores.


Comentarios